lunes, 3 de junio de 2013

Venecia, la Plaza de San Marcos


La Plaza de San Marcos


Nos pareció muy interesante en relación a nuestra temática escogida, el estudio de la ciudad de Venecia como pueblo que habita en el agua, y, sobre todo, que basa su realidad urbana en la interacción con la misma. Lo que en un principio surgió como un acto de supervivencia, cuando los primeros habitantes se vieron obligados a refugiarse en la laguna y construir sobre la misma para huir de los bárbaros, ha acabado convirtiéndose en el rasgo más carismático de la ciudad, y, por supuesto, en su principal atractivo.
La constante presencia del agua siempre ha sido un condicionante para la arquitectura de esta ciudad, que se ha visto obligada a adaptar sus sistemas estructurales (cimentaciones, especialmente) a esta circunstancia. 

Pero no solo se ha visto afectada en este aspecto, sino que además siempre se ha tendido a crear una arquitectura permeable, de tal modo que, a través de las edificaciones, la ciudad se convirtiese en un lugar donde el agua pudiera “deambular libremente”, creando recorridos para ella, pero a su vez estableciendo medidas que hiciesen posible una vida normal en presencia de la misma. Por este motivo, en la arquitectura veneciana predomina el vano sobre el macizo, creando ese mosaico de fachadas caladas que configura la imagen paradigmática de la ciudad.



La Plaza de San Marcos es un perfecto ejemplo de ello. Es el primer punto de la ciudad que se inunda cuando ocurre el fenómeno del acqua alta, que hace que el nivel del agua suba, a causa de una combinación de una marea alta, la adecuada fase lunar, una baja presión y fuertes vientos en dirección al norte; y brote por las alcantarillas. Dado que la Plaza de San Marcos es el punto más bajo de la ciudad, es el lugar que primero se ve afectado por este espectacular fenómeno, que suele tener lugar en numerosas ocasiones durante los meses de noviembre a mayo, y que es el precedente a la inundación de toda la ciudad completa.
Si observamos los edificios que conforman la plaza, veremos que reflejan las citadas características. Aparte de la consabida Basílica de San Marcos, queda delimitada por el Palacio Ducal, la Casa de Oro , las famosas galerías de las Procuradurías, la Biblioteca Marciana , la Loggetta y la Casa de la Moneda.









Dichas edificaciones conforman un perímetro registrable para el agua, de tal manera que, cuando la plaza se inunda, el agua no encuentra limitaciones en su paso, sino que puede llenar todos los huecos que se han dejado conscientemente para ello, por eso toda la plaza está rodeada de elaborados soportales con una enorme variedad de huecos. Así, la plaza se convierte además de en el lugar más representativo de la ciudad, en un perfecto contenedor de agua que es capaz de convivir con ella sin necesidad de dramas, asimilando con total naturalidad las inundaciones. Al dejar que el agua se introduzca en la ciudad y facilitarle el camino, no solo se evitan multitud de problemas, sino que se contribuye a crear una imagen aún más espectacular de esta plaza.


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